Así es como encuentro la inspiración en el día a día

En la búsqueda constante de inspiración para escribir, la vida diaria se convierte en nuestra mejor musa.

Cómo me gusta eso de la musa.

Me he hecho un GPT personalizado para mis cositas laborales y la he llamado MusaGPT, le hablo como a una amiga. Es tan raro como divertido. Estamos muy unidas como compañeras de trabajo. Te lo recomiendo.

Pero no hace falta tener una herramienta para tener inspiración. Esto es una novedad y aunque ahora nos ayude a agilizar procesos, la inspiración está constantemente a tu lado. Siempre lo ha estado.

Te quiero hablar de cómo transformar lo ordinario en extraordinario, de cómo encontrar inspiración para escribir en cualquier rincón, en cualquier momento.

Desde las aventuras cotidianas en el transporte público (reconozco que me encanta esto concretamente, inventarme la vida de las personas que me rodean en el autobús) hasta esos chismes entre amigos que nunca faltan.

Así que, sírvete una taza de café, ponte cómoda y vamos a desbloquear esas musas que te rodean.

Nota del autor: estas newsletters se vienen prácticas, aviso.

5 formas de encontrar inspiración en tu día a día

1. El arte de observar

No estoy flipando, creo que el metro o el autobús pueden ser como un Netflix de la vida real. Piénsalo. Cada persona es un personaje con una historia única. La próxima vez que vayas en transporte público, imagina la vida de la persona que tienes enfrente. ¿Qué historia guarda ese pasajero con cara de lunes un miércoles?

La narrativa se puede encontrar en los lugares más inesperados.

Cada parada de metro es una posibilidad para descubrir el drama de la vida diaria. ¿Te atreves a inventar una historia para el próximo extraño que veas?

2. Eavesdropping, un deporte de riesgo 🕵️‍♀️

Sin traspasar los límites de la ley y de la invasión del espacio personal, el eavesdropping es el término que se usa cuando «espiamos» conversaciones ajenas. Esa conversación de la mesa de al lado mientras parabas a tomarte un café: material de primera.

Me gusta coger fragmentos de conversaciones al azar y usarlos como inicio de una historia. Una forma un poco cotilla de inspiración.

La próxima vez que captes un trozo de conversación, apunta las frases clave. ¿Qué tal si empiezas a coleccionar esos momentos y los transformas en diálogos de tus personajes?

3. Caminando y creando 🌳

Los paseos son otra de mis formas favoritas para despejar la mente e inspirarme.

Y no te equivoques, no me refiero a un paseo idílico por la montaña; hasta ir a comprar los plátanos para el desayuno puede ser un paseo revelador.

La clave está en fijarse en los pequeños detalles: ¿qué hay en el escaparate de esa tienda que te llama la atención? ¿cuál será la historia detrás de ese negocio al que nunca has visto entrar a nadie? ¿por qué esa terraza está siempre llena pero en la del bar de al lado nunca hay nadie?

A veces voy concentradísima en el plano de la observación, atenta a todos los detalles, olores, ruidos,…pero otras veces voy con música de fondo. Hay gente que lo llama «walking meditations» y hay varias listas de reproducción que te pueden servir.

Te recomiendo ir con un cuaderno en la mano o la app de notas de tu móvil e ir apuntando las cosas que te llaman la atención. Otra opción que suelo hacer es dictar o mandarme notas de voz que luego escucho y me sirven de disparador.

Cualquier cosa, un cartel o una planta en la acera pueden ser los mejores detonantes de una historia.

4. La magia de la amistad ☕️

¿Cuántas veces tus amigas te han contado una anécdota que es digna de película? No sé si será casual, la de las mías daría para trilogías completas.

No subestimes el poder de esas conversaciones. La próxima vez que te juntes con tus amigas, obsérvalas. La forma en que cuentan las cosas, las pausas, las risas… Todo es material para personajes reales y cercanos.

¿Por qué no escribir un relato basándote en una de las historias más graciosas que te ha contado una amiga? Vamos, ¡puede ser épico! Aquí puedes ver algunos ejemplos.

5. La inspiración culinaria 🍲

Me encanta cocinar. Hubo una época en la que fui Yummyluli y me dedicaba a la cocina creativa (siempre creativa, haga lo que haga) y acumulaba recetas deliciosas.

Cada receta, cada ingrediente, cada momento de cocina me servían también de inspiración para escribir.

Aquí se despiertan los sentidos y los aromas pueden transportarte a momentos o lugares que te inspiren a escribir una historia.

¿Cuál era el aroma de tu infancia?

Y estas son las 5 formas más fáciles que te propongo hoy para encontrar inspiración. ¿Dónde están tus musas?

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✍🏼✨ Te propongo un ejercicio

Sus pasos denotaban optimismo. Estaba recorriendo el camino de la alegría. Se miraba en el reflejo de los escaparates. Le gustaba lo que veía. Se fijaba si la gente la observaba al pasar. Y cuando lo hacían, sonreía.

Levantaba su mano derecha y sonreía a la pantalla que, algo distorsionada por un filtro, la retrataban desde diferentes ángulos.

Por fin había recibido la buena noticia que estaba esperando y deseaba que todos lo supieran, que todos lo notaran. Estaba pletórica. Extasiada. Sentía que se comía al mundo y nada podía con ella.

Pero no fue así. Tanta emoción y tanto selfie, y no pudo ver el pedazo de caca recién depositada que se fundió en la suela de sus zapatos nuevos.

— Pues nada. Al final, otro día de mierda. Y la sonrisa se borró.

Encuentra algo inesperado en tu entorno hoy y úsalo como disparador para escribir un microcuento. Puede ser una planta extraña en el parque, una frase fuera de contexto, o hasta un objeto abandonado en la calle. Escribe sobre eso y, si te animas, compártelo en los comentarios. ¡Me encantará ver de qué están hechas tus musas diarias!

El mío viene de una ocurrencia que tuve observando el entorno mientras esperaba el autobús una tarde de lluvia.

Luli ✨

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