CHIC #4: Cómo convertir un bloqueo en un plot twist
Y otras estrategias para vencer la parálisis creativa con estilo.
Poniéndome al límite de la simplicidad, te diré que hay dos tipos de escritores en el mundo:
Los que dicen "tengo bloqueo" y se pasan tres meses viendo Netflix esperando que les llegue la inspiración por arte de magia.
Los que también tienen bloqueo, pero escriben igual.
¿La diferencia entre ambos? Uno entiende que el bloqueo creativo no es real. O al menos, no de la forma en que nos gusta pensarlo.
¿Qué es más real, el bloqueo o el miedo?
Estos años escribiendo y compartiendo experiencia con talleristas y otras persoans escritoras, me han llevado a sacar algunas conclusiones. Creo que el bloqueo del escritor no es un ente místico que aparece para arruinarte la vida. No es un hechizo que de repente te deja sin ideas. Lo que llamamos "bloqueo" no es otra cosa que miedo disfrazado de excusa intelectual.
Miedo a escribir algo malo.
Miedo a no estar a la altura de lo que imaginaste.
Miedo a que nadie lea lo que escribes (o peor aún, que sí lo lean y no les importe).
El bloqueo no es falta de ideas, es exceso de expectativas.
Por eso, lo primero que tienes que hacer cuando te sientas "bloqueada" no es esperar a que la inspiración llegue, sino preguntarte: ¿a qué le tengo miedo?
Porque una vez que identificas el miedo, puedes enfrentarlo. Y eso nos lleva al siguiente punto.
Los tres tipos de bloqueo y sus remedios narrativos
Hay muchas formas en las que el bloqueo se disfraza, pero en esencia hay tres tipos principales: