¿Cómo empezar a escribir cuando no sabes por dónde empezar?
¿Te has encontrado alguna vez con las ganas de escribir, pero sin saber por dónde empezar? No te preocupes, no estás solo ante tal panorama desolador.
Todas y cada una de las personas que nos dedicamos o se han querido dedicar a escribir, han pasado por ese incómodo momento de bloqueo antes de comenzar. Es como que la mente se queda en blanco, como el papel, y las palabras que normalmente se derraman del cerebro a la boca, cuando tienen que pasar por la mano, debe ser que hay algún punto de desconexión temporal que impide que esto suceda.
Empezar a escribir es la parte más sencilla. De verdad.
Lo primero que hay que hacer es rebajar la exigencia. El algunas consultorías me he encontrado con personas que estaban insertándose en el mundo de la escritura con ganas de preparar su primera novela. Ojo, está perfecto. Pero hay un paralelismo que me gusta plantear en esos casos y es el siguiente:
Si tú quieres empezar a correr, y lo vas a ir haciendo con gusto, por placer, con ganas, entrenando y demás, irás evolucionando y mejorando, pero no creo que te puedas plantear a los 6 meses de empezar, apuntarte a una maratón. Sería mucho más realista que te apuntaras a una carrera de 10 km, después hicieras unas cuantas para ver cómo se encuentra tu cuerpo, después plantearas la media maratón y ya ahí, con una trayectoria runner establecida, tengas las técnicas para que la maratón, o lo que nos compete en el paralelismo, la novela, sea algo que fluya, y que no se convierta en un proceso tedioso y complicado, por falta de práctica, conocimientos y condición, en este caso, mental.
No necesitas tenerlo todo planeado desde el principio. A veces, el deseo de escribir surge de una idea vaga, una imagen o una emoción. No intentes forzar la perfección desde la primera línea. Deja que las palabras fluyan, aunque no tengan un rumbo claro al principio.
La escritura es un proceso que se va moldeando a medida que avanzas.
Un buen truco es comenzar con lo que tienes a mano: un recuerdo, una anécdota, o incluso algo que te haya llamado la atención durante el día. No importa si parece insignificante. Escribe sobre ello. A veces, las mejores historias nacen de esos pequeños detalles que a simple vista parecen irrelevantes.
En este punto, te recomiendo siempre llevar encima una libreta, porque esto pasa, la inspiración llega cuando llega y tener a mano una libreta para escribirlo, aunque sea una frase corta de la que luego tiraremos, es guay. También puedes escribirlo en el móvil, incluso dictarlo, pero qué se yo, la escritura me liga a mi lado más analógico, y eso me gusta.
Técnicas que funcionan para empezar a escribir
Te voy a hablar mucho sobre los disparadores de escritura. De hecho, por no hacerme demasiado la misteriosa, estoy preparando un curso relacionado con esto que yo creo, quiero y deseo que te encante.
Esos momentos en los que las palabras no salen, puedes apoyarte en los disparadores de escritura y la técnica de la escritura cronometrada. Esto lo trabajamos en los talleres de escritura con mucho éxito, las alumnas salen flipando de los resultados tan creativos que obtienen.
¿Cómo se hace? Establece un temporizador durante 5 o 10 minutos y escribe sin parar, sin preocuparte por la coherencia o la gramática. Esto es conocido como freewriting, y es una excelente manera de desbloquear tu creatividad. Al hacerlo, te liberas de la presión de escribir algo “bueno” y permites que tu mente explore diferentes caminos.
Otro consejo que para mi se ha convertido en clave a lo largo de los años es leer. La lectura es una fuente inagotable de inspiración. Cuando te sientas atascado, coge un libro, un artículo o incluso una serie de citas.
Empápate de las palabras de otros autores y deja que sus historias, estilos y enfoques alimenten tu imaginación. Muchas veces, al leer, encontrarás el impulso que necesitas para volver a escribir. No se trata de escribir sobre lo mismo, pero sí que puedes tener inspiración en algún personaje, alguna de sus características o alguna historia abierta o que pasa de soslayo por la obra que estás leyendo y que a ti te despierta una chispa interior que dará mucho de sí.
Recuerda que la escritura es un viaje, y cada vez que te sientas a escribir, estás avanzando. No te desanimes si al principio sientes que lo que escribes no es “lo suficientemente bueno”. Todos los escritores, sin excepción, han sentido lo mismo. Lo importante es seguir adelante, porque cada palabra escrita te acerca más a tu voz única y personal.
Para mi, el que escribe, es escritor.
El camino de la escritura comienza con un solo paso, y ese paso está al alcance de tu mano.
Luli ✨