Querido diario: a veces me pregunto qué estoy haciendo
¿Y si no soy suficiente para esto que tanto quiero?
La duda no entra de golpe. Se va colando despacito.
Como la humedad.
Primero en los bordes, donde casi no se nota.
Y un día te levantas, miras lo que has hecho y piensas:
“Esto no es suficiente. Yo no soy suficiente.”
A mí me pasó una tarde de abril.
Tenía todo el día libre para escribir. Todo.
Nadie me molestaba. El café estaba caliente. La playlist, perfecta.
Y sin embargo…
no escribí.
Abrí el Word, lo cerré.
Miré la pantalla, miré el techo.
Pensé “será que estoy cansada”, pero en el fondo sabía que no era eso.
Era miedo.
No del fracaso, ojo.
Del ridículo.
De escribir con el corazón en la mano y que a nadie le importe.
De compartir algo y que nadie responda.
De querer hacer de esto una vida… y que no sea suficiente.
Y entonces aparece esa vocecita que no pide permiso:
“¿Y si no eres lo suficientemente buena para este sueño?”
Me quedé en silencio. Literal.
No para escuchar la respuesta, sino porque me daba miedo escucharla.
Pensé en todos los días que escribí aunque nadie leyó.
En los cuadernos llenos de ideas.
En los textos que borré, los mails que no mandé, los proyectos que imaginé en la ducha.
Y me di cuenta:
No lo hago porque crea que soy la mejor.
Lo hago porque no puedo no hacerlo.
Esa es mi respuesta.
No sé si soy lo suficientemente buena.
Pero sé que esto —escribir, crear, soñar con que un día me lean con ganas—
es lo suficientemente mío.
A veces nos confundimos y pensamos que tener dudas significa que no servimos.
Pero no.
Dudar es parte del proceso.
El problema no es el miedo.
El problema es dejar que el miedo elija por ti.
Así que habrá días que no escriba.
Pero otros que sí.
Y con eso es suficiente.
Luli ✨
Esto podría haberlo escrito yo perfectamente. Ha puesto palabras a lo que siento y pienso desde hace mucho tiempo. La vocecita… maldita sea!
Gracias por compartir este sentimiento tan tuyo y seguro, de muchas personas.
Un fuerte abrazo (no estás sola)
Me siento totalmente identificada, Luli.
Tus palabras me llegan justo cuando más las necesito. Estoy atravesando un proceso complicado en el que no sé si estoy en pleno "burnout", si es procrastinación, cansancio acumulado tras intentarlo una y otra vez sin resultados (aparentes)... o si, simplemente, no sirvo para esto.
Me ha atravesado cual rayo esta frase tuya: <<¿Y si no eres lo suficientemente buena para este sueño?>>. Esa vocecita también me habla. Y me deja paralizada.
Gracias por recordarme que dudar no significa que no sirvo y que el miedo no debe decidir por mí.
Un abrazo.