¿Quién es usted y por qué no para de molestarme?
O cómo superar el síndrome del impostor cuando se trata de escritura creativa.
¡Qué pereza de persona!
Siempre está.
En todos los ámbitos y profesiones.
Donde vayas, te alguien te cuenta que lo ha visto.
Que lo ha sentido.
Pero bueno, no se puede ser tan invasivo…
Y aún así, le da igual.
Se te mete dentro, te obnubila y no te deja ser.
Eso es. No te deja ser.
Justo lo contrario a lo que contaba en mi carta anterior sobre mis amigas.
A mi me pasa muchas veces. Estoy escribiendo, sobre todo cuando lo hago en las secciones de Relatos de la Vida o Querido Diario, que no son tan profesionales como esta, y pienso: «¿Pero esto qué es? ¿Qué estás contando? No mola nada» pero me he acostumbrado a hacer callar esa boca a base de likes y respuestas satisfactorias de lectores. Los que realmente importan.
El síndrome del impostor es ese ingrediente secreto, no tan apetitoso, que todos llevamos alguna vez en la mochila creativa. Te levantas, sientes la llamada de la página en blanco, pero luego… ¿quién soy yo para escribir?
Antes de poder vencer a nuestro saboteador interno, tenemos que reconocerlo.
Eso es lo que me funciona a mí. Escucharlo, valorarlo y pensar: «Que te den» (educación ante todo)
¿Cuántas veces has pensado algo como «nunca voy a ser tan bueno como [inserte aquí un autor, escritor o newslettero al que admires]»? O peor, «¿quién me creo para intentarlo?».
Pues bueno, una persona con un teclado, una pasión por escribir y muchas ganas de llegar a los demás con sus palabras.
¿No?
Piensa en tus éxitos pasados, por pequeños que parezcan. Reconocer y recordar lo que ya has logrado ayuda a tener más confianza cuando escribes. Como te decía antes, cuando recibes esos pequeños regalitos de los demás en forma de likes o comentarios, te das cuenta que te están leyendo, que es lo que como escritor estás buscando.
Otra cosa que te recomiendo: reflexionar. (esto es como cuando la dermatóloga me mandó a meditar…xD)
Tomarte unos minutos al final del día para escribir sobre tu valor como escritor. Ser mi mayor fan me ha llenado de seguridad desde hace un tiempo.
A veces nos olvidamos de que nuestra perspectiva única es un ingrediente que nadie más puede aportar al mundo.
Cuando te reconectas con tus motivaciones y talentos únicos, le das menos espacio al síndrome del impostor para adentrarse en tus pensamientos.
Luli ✨
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¡Nos leemos!