Querido diario: he empezado a probar con la vidita
Porque un día me dijeron que la vida era de los valientes y yo soy mucho de "hacemos y ya vemos".
Hay personas que aparecen en tu camino para guiarte, para inspirarte, para centrarte. Yo soy usuaria premium de esas personas. Me haría suscriptora vitalicia. Las necesito. Me ayudan a poner orden y foco a una mente dispersa, distraída, demasiado creativa y con ciertos problemas de concentración, algo en lo que estoy trabajando.
Puede que todo empezara por ahí. Un día, una noche más bien, estaba leyendo en la cama. Supuestamente tranquila, ya se había terminado el día y lo único que quedaba por hacer era dormir. No tenía prisa, pero mi cerebro no pensaba lo mismo, seguía muy a tope. Tanto, que me descubrí leyendo en diagonal, acelerada, lo que hacía que tuviera que leerme los párrafos un par de veces al menos, para registrar lo que estaba leyendo. ¿Qué es esto? ¿Por qué leo así?.
Me disocié y me observé desde fuera unos segundos. Este descubrimiento nocturno fue un punto de inflexión. «Ya estaría, ¿no?» me dije a mi misma y volví a ser una. Dejé el libro en la mesilla, me tumbé bocarriba y mirando el techo blanco de mi habitación empecé a darme cuenta que tenía que frenar. Pasaron cosas. Y entre esas cosas me dije que iba a salir del círculo vicioso de la hiperactividad al que me estaba sometiendo yo solita. Todavía sigo ahí. Pero las revoluciones están cada vez más bajas y, como dice una amiga que tampoco consigue salir de la rueda pero sé que también lo intenta: un día a la vez. No es fácil salir de una rueda cuando todo está programado para que estemos dentro. Hay todo un entramado social creado para que estemos así. Pero en un estado concreto de autoconvencimiento, tener la intención es un primer paso, creo.
El verano pasado estuve un mes sin entrar en Instagram después de comprarme un collar que no necesitaba. El algoritmo me machacaba cada día. Peces brillantes y de colores que incluso podías meter al mar y no se estropearía. Era un cartel luminoso y yo una mosca que revoloteaba sabiendo que no debería acercarse demasiado porque se iba a quemar. Hasta que un día se quemó. Y ese día dije «hasta aquí, este verano paso de ti», así que no compartí ninguna foto con el precioso collar de peces de colores.
Este año el algoritmo me está machacando con una versión mejorada de un collar precioso de peces de colores, estrellas de mar doradas y otros motivos veraniegos. El primer día presté atención al anuncio, así que me lo volvió a enseñar. Me acordé de la situación del año pasado y dije que no caería, pero pinché, porque una es de naturaleza curiosa. No caí, pero ahora me enseña ese y otros collares similares de otras marcas, cada día.
Luuuuliiii, cooooomprameeeeee, este collaaaaar te encantaaaaaaa, te quedaría geniaaaaaaaal, el otro ya lo has usado muchooooooo.
Que no, que estoy contenta con mi collar de peces de colores, no lo cambio por ningún otro.
Pero me compré un set de acuarelas portátil, que mide unos centímetros menos que el que ya tenía, pero añadía una pinza para sujetarlo al cuaderno. ¡Si es que yo quiero salir del bucle del consumismo atroz pero no puedo!

Salir de lo que te intoxica no es fácil. Hay momentos, circunstancias, objetos y personas que están programados para que esto sea así. Hay un mundo entero aprovechándose de que esto sea así. Así que me he dado cuenta de que para salir, hay que reprogramarse. Y en este punto estoy. Porque, por otro lado, hay personas que están para encauzarte en el camino de la reprogramación. ¡Ay! encontrarme con esas personas. Tengo mucha suerte en este sentido porque me suelo encontrar con gente que me hace bien y ahora tengo algunos apoyos o guías en este nuevo proceso que emprendo hacia la limpieza y purificación. Una soulcare que me lleve a una vida más tranquila y me aleje de eso que no me aporta o que me intoxica y que me ayude a ordenar mi mente (riéte Marie Kondo, ya me gustaría verte aquí dentro), ordenar lo que soy y transmitirlo mejor.
Una de estas personas, que agradezco al universo que esté en mi camino, me habló de Pedro Mairal y la que para mí ahora es una frase célebre “Si no podés con la vida, probá con la vidita” Me gustó especialmente porque desde hace un tiempo, largo, que algo se rompe en mi interior cuando hablo con otra persona y dice la frase “no puedo con la vida”. Ahora yo estoy probando con la vidita y redescubriendo mi identidad (que parece que está algo tocada por los recientes acontecimientos acontecidos en las diferentes áreas de mi vida).
Por eso hoy cierro esta temporada de Querido Diario y me voy a entregar a un verano de esparcimiento y pensamiento. De poco orden y ningún castigo. De orgullo y nada de prejuicios. De darle sentido y poner mucha sensibilidad. Y de seguir alimentando esta cabeza para crear todavía mejores metáforas y juegos de palabras que estas que acabo de dejar aquí, que seamos honestas, ñe.
Disfrutad del verano. No compréis cosas que no necesitáis, que luego os pasaréis los días negociando en Vinted, un lugar inhóspito la mayor parte del tiempo, que saca el lado más rata de las personas y en el que caemos todas sin paracaídas. ¿Rebajarte un euro? ¡Claro que no, guapi!.
Aprovechad para pasear cuando se ponga el Sol (de momento a las 23 horas, qué sopor), pintad, jugad a juegos de mesa, haced aguadillas a vuestros hijos, entre jijis y jajas les devolvéis los malos ratos que os hagan pasar durante las mataciones, haced el pino en la piscina, recolectad conchas de la playa, leed y cultivad la mente. Este mes he leído y recomiendo:
La trilogía de La Asistenta - Freida McFadden (Lectura fácil y entretenida para el verano, el primero sorprende por el giro inesperado, que se vuelve esperado en los demás, pero bien, me ha gustado)
La mala costumbre - Alana S. Portero (leída justo la semana del orgullo, como si la vida hubiera decidido ambientar esta lectura)
Tienes que mirar - Anna Starobinets (lloré y sufrí desde el primer párrafo. No leer si estás embarazada o pensando en quedarte -pienso-)
Mi año de descanso y relajación - Ottessa Moshfegh (empaticé mucho con la prota, mis amigas saben que tengo un alter ego de adicta a las pastillas, pero también me agobió bastante. En cualquier caso, recomiendo)
Nos vemos de nuevo en septiembre.
Luli ✨
Por si quieres leer algo más:
Querido diario: tengo más tuppers sin tapa que certezas en la vida
Ayer me hicieron una pregunta de esas que te dejan pensando. Pero tú ahora ¿a qué te quieres dedicar? Me recordó a momentos antes que abrí el armario de los tuppers y casi me da un ataque. Cayó una avalancha plástica digna de documental de desastres naturales. Un tsunami de
Querido diario: Fleming, Jesucristo y yo
Esta Semana Santa no había hecho muchos planes. Menos mal. Dados los precios desorbitados de los alojamientos vacacionales a los que la inflación nos tiene sometidos, una bacteria, concretamente el estreptococo, quizo alojarse durante estas fechas en mi garganta, montándose en ella un fiestón sin precedentes que me produjo una faringolaringitis aguda.
Querido diario: a veces me pregunto qué estoy haciendo
La duda no entra de golpe. Se va colando despacito.
Querido diario: hay placer al final del verano
En una sociedad que ama la llegada del finde, del verano y de final de año como desconexión (o esa frase tan impersonal como de moda «desconectar para reconectar») hay personas como yo que sentimos el placer en la vuelta a la rutina, en la vuelta a casa, en el miércoles espontáneo viendo una peli en el sofá de casa. Un toque de tranquilidad y monotonía …
Me tomé en serio tu texto, lo leí ayer, disfrutes del verano y los lagos, en Suecia aunque es verano no hay sol todos los días.
Me gustó mucho la cita a la vidita, a veces siento que las cosas van muy grandes y yo quiero que me pesen menos. Que bonito tener la determinación para alejarse cuando el mundo en redes exige constante presencia, pero que agotador. Que dificil encontrar un equilibrio, viví mucho tiempo sin instagram porque no tenia autocontrol y me daba demasiada ansiedad. Es cierto que te venden las ideas y no solo de productos. En mi caso me mostraba mucho la vida fit y me obsesione mucho tiempo, hasta que un día (despues de muchísimo dias de cuesrionarme) me dije: yo no quiero una vida fit, quiero estar Sana y comer rico! Jaja tengo que probar la vidita! Un abrazo ❤️ disfruta mucho tu verano
Qué importante ese nuevo portal luminoso que estás abriendo de par en par. Felicidades <3